martes, 13 de mayo de 2008

festival de san luis 2008

¿Tenemos lo que nos merecemos?
En este mes de mayo, inició el festival de nuestra ciudad, el festival de San Luis, dentro del cual año con año podemos observar y ser participes de eventos que comúnmente no llegan a provincia, espectáculos que cuentan con una gran calidad; o al menos eso es lo nos quieren hacer creer, no estoy diciendo que algunos de los espectáculos o conferencias, etcétera, no sean buenos, pero l que si digo es que en realidad no son los eventos que todo México esperaba, el gobierno no puede ser tan tonto como para gastar millonadas en eventos que el común denominador de la gente no va apreciar.

En lugar de inculcar un poco más la cultura insisten en darle al pueblo lo que pida, así que este años, dejan de lado a Paco Rentaría, y otros más para llenar su lugar con grupos que cuentan con nombres de insectos discapacitados o simplemente con los intérpretes de la canción de la novela de moda, dejando como clausura al menor de los males, un ex chiquilladas que inventó una formulita para crear música que le ha ayudado a cosechar varios éxitos durante los años en los que ha figurado como estrella y nuevo talento musical; pero que a fin de cuentas sigue siendo lo mismo.
Y este es otro punto, personas como esta que cuenta con un gran talento se quedó estancado en lo que le funcionó, a pesar de tener todo para poder evolucionar, (específicamente el lado monetario), simplemente no lo hacen, por tal vez al intentar crear algo nuevo esto no va a funcionar y dejarla ganar.

El mismo efecto ocurre en nosotros los ciudadanos, al escuchar algún nombre famoso asistimos a alguna de las plazas y nos sentimos ya muy cultos, pero en el momento en que algún cuarteto inunda con sus voces alguna iglesia, entonces decimos que es para viejitos, y le sacamos la vuelta.

Creo que en realidad no nos podemos quejar, cada quien tiene lo que se merece, y mientras la desidia y la mediocridad sigan siendo nuestros más fieles compañeros y amigos, seguiremos así, mientras nos llevamos o nos llevan entre las patas, pero la minoría siempre será eso la minoría la cual difícilmente será escuchada.

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